Esta era la idea preconcebida que yo llevaba al viaje a este mismo. Sin embargo, me rehusaba a creerlo en el todo. No quería que afectara en mi el paradigma de la inseguridad. En todo el recorrido que caminamos en La Terminal, entonces, mi mayor preocupación era demostrar que era igual que ellos. Caminar sin ningún modismo y de la forma mas útil y simple. Pasos grandes y despreocupados. Pararme en charcos, basura, tierra- como si no me importara hacerlo. Asegurarme de no transmitir un mensaje que pudiera ser ofensivo. Aunque mi reacción al estar expuesta al olor de carne normalmente seria de repulsión, controle mis instintos, haciendo como si fuera comportamiento natural.
Siguiendo en la caminata, fuimos conociendo a diferentes personalidades. Viendo específicamente una niña de aproximadamente 3 anos, me recordé de una familia del área rural. Tenían 12 hijos. El papa estaba discapacitado e incapaz de conseguir trabajo. Los dos hijos mayores proveían para la familia. Tenían un cuarto pequeño como vivienda, sin la comodidad de instalaciones sanitarias. Uno de los hijos, de los menores, tenia gusanos en el estomago. No podía jugar con los demás y lloraba del dolor. Se les dio un trocito pequeño de madera de una construcción y pasaron entretenidos por el resto de la tarde y quizá mas. Saltaban de felicidad. Inventaban cualquier función para el pequeño trozo de madera.
Mi reacción ante la visita y la dicotomía de las personas que existe hasta en mis pensamientos reflejo nuestra sociedad. Aunque La Terminal sea comúnmente conocida como un lugar donde habita la delincuencia y discriminación, estos mismos factores son parte de muchos otros lugares. Las personas que habitan estas áreas muchas veces son victimas de la violencia, no creadores de ella. Por lo tanto, debería de ser un aspecto de la vida que es irrelevante en cuanto a la unidad social. Gastamos media energía en la seguridad- garitas, policías, parqueos u otros- cuando podría ser gastado en el fortalecimiento de valores y de enlaces nacionalistas en Guatemala.
No creo que hayan muchos guatemaltecos que no quisieran cambiar esta divisón. Observando la manera en que ellos viven, el gran valor que le atribuyen hasta a la mas mínima bendición, los valores de trabajo y esfuerzo. Son aspectos y atributos de los cuales podríamos aprender. ?Cuando es la ultima vez que te sentiste feliz, y por que fue?